Jane Heap no redactó libros ni conferencias, dejando sólo los apuntes para charlas que daba a sus grupos sobre las ideas de Gurdjieff. Su legado fue oral y viviente, y fue pasando a través de sus discípulos, que se maravillaban de su intelecto excepcionalmente agudo y de un notable don para la formulación exacta, estimulantes tanto del pensamiento como de los sentimientos. La señora A.L. Staveley, que fue su discípula durante cerca de dos décadas, decía que ‘ella era una artista de las palabras, así como de todo tipo de materiales. La precisión con la que presentaba una idea, el hecho de que esta apareciera como una pintura más que como una verbalización mental producía un pequeño choque y penetraba en el otro como una impresión inolvidable’.
Otro famoso alumno de Jean, Peter Brook, la describe como ‘amable, feroz y compasiva’, con la destreza de vincular ‘los más nimios detalles de la vida cotidiana a las leyes y fuerzas que condicionan a toda la humanidad. Era conocida por tener un ‘maravilloso sentido del humor, un agudo ingenio y una predilección por los dichos escuetos y potentes’.
Después de su muerte, las abundantes notas manuscritas de Jean fueron meticulosamente mecanografiadas por los discípulos que le sobrevivieron, y una copia fue enviada a la señora Staveley -a Two Rivers Farm, en los Estados Unidos. En los comienzos de la década de los ochenta se realizaron sendas selecciones, simultáneamente en Londres y en Norteamérica.
La selección inglesa fue publicada por Two Rivers Press bajo el título The Notes of Jean Heap, y aún no han sido difundida en español. La presente traducción es de las notas editadas en Two Rivers, que incluyen una selección de los ‘Dichos de Jean Heap’, publicadas por primera vez en 1983 con el nombre de Jane Heap/Notes, en una edición limitada de cien copias hechas a mano y destinadas a una distribución privada, y en una segunda edición (2002) en exacta reproducción facsimilar de la primera edición, esta vez para pública distribución.
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La calidad de su escritura y su percepción del talento de otros jóvenes escritores y pintores le permitieron abrir un camino para muchos que llegaron a ser reconocidos exponentes del arte de este siglo. También fue la organizadora, en Nueva York, de la Exposición Internacional de Teatro y de la Exposición de la Era de las Máquinas.
Encontró a G.I.Gurdjieff en 1924, durante la primera muestra de Movimientos en Nueva York. Participó de los grupos dirigidos por Orage, quien la alentó a visitar Fontainbleau para trabajar directamente con Gurdjieff. Más adelante se trasladó a París, donde llegó a tener su propio grupo.
En 1934 Gurdjieff la envió a enseñar a Londres; durante la guerra fue preparando a sus alumnos para que pudieran ir a París después del armisticio, hasta la muerte del maestro en 1949. Continuó guiando los grupos londinenses hasta su fallecimiento, en 1964.