Tomarse el tiempo

"... estos poemas están cargados de verdades personales e históricas, más definibles como filosóficas. Recuerdo que nuestro singular Macedonio Fernández hablaba de la necesidad de romper con las rutinas mentales, y recomendaba dos vías: la poética y la humorística. Evidentemente, Javier ha elegido la segunda, convirtiéndola en un modo particular de la primera...

...leí las noticias de mi amigo y no dudé de estar ante una obra de trágica trabazón poética y reflexiva. Javier escribe con la dureza de un samurai y, me atrevería a decirlo, con la sabiduría del estoicismo cristiano. Su libro comienza con el balance filosófico e histórico del Mundo-Infierno-Laberinto en que nos toca vivir, y termina con noticias del interior, la vida espiritual. Sorprendentemente, todo ha sido codificado en el mismo lenguaje, con las mismas espadas del guerrero espiritual a quien asisten Orfeo, Ulises, Parménides y el propio Gurdjieff...

...Javier no hace concesiones en su palabra filosa y castigadora... se muestra como el surubí (Marechal) desafiando el oleaje, escondiendo su resistencia moral, dejando escapar algo de la luz recibida en duras lecciones:

despertar es posible/ nadie dice/ que será cómodo y agradable

Este libro, como la bota de potro, no es para todos."

Graciela Maturo, octubre 2020. [Comentarios a ‘noticias del interior’]

Compositor a la parrilla

En tiempos del Bicentenario, un joven inquieto frecuentaba las aulas del antiguo Conservatorio Municipal. Sin mencionar sus brillantes logros académicos, una soprano ligera con la que se casó y varias amistades perdurables, mantuvo asimismo con cierto pedagogo una relación que, a pesar de la amplia brecha generacional, podríamos definir como ‘amistosa’.

El docente, un olvidado compositor del siglo veinte, era excéntrico y bastante desprolijo en su abordaje de las materias técnicas; recurría a la teoría de Darwin para explicar la evolución de la polifonía, a la mecánica cuántica –que ignoraba por completo– en el análisis de las obras de Ligeti, a las películas de los hermanos (hoy hermanas) Wachowski en relación con cualquier cosa y, en general, no hacía otra cosa más que divagar, cualquiera fuera la asignatura que correspondiera al día y hora dados, acerca de los temas más abstrusos.

Nuestro inquieto estudiante se encaprichó con ese profesor bizarro, y lo siguió durante varios ciclos lectivos en sus disparatadas excursiones en resbaladizos terrenos literarios, poéticos y filosóficos, hasta el borde mismo del desvarío esotérico…

Pasaron varios años. El maestro de música –ya jubilado– y su ex discípulo se reencuentran, en tiempos de pandemia, en un jubiloso intercambio epistolar por vía electrónica. El presente volumen da cuenta de ese diálogo fructífero, reflexivo y casi siempre humorístico, que ofrecemos a nuestros fieles lectores con la esperanza de brindar algo de luz, de sensatez y sano esparcimiento en una época de miedo, acechanzas y desconcierto generalizado.

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Gustavo Piris ha publicado hasta el momento cuatro volúmenes: un “libro de historias breves, en su mayoría de género o ribete fantástico”, una “obra integrada por relatos que abordan lo cotidiano con una mirada sardónica”, otra “recopilación de reflexiones que corresponden a un período de su experiencia como insomne”, y finalmente una “novela breve que narra una retorcida historia, que bien podría acontecer en nuestra alienada metrópolis”.

Los presentes “Diálogos ontológicos en tiempos de pandemia”, sin embargo, escapan a toda posible clasificación o descripción. El inocente intercambio de ideas y experiencias entre el autor y su hipotético corresponsal se vuelve de repente una esgrima bastante explosiva, donde las voces se desdoblan, como sucede muchas veces en la polifonía de Bach, dando lugar a nuevos personajes que exploran registros inusitados – desde la indagación filosófica más rigurosa hasta un humor casi soez.

El lector casual no sabría a qué atenerse ante las “modulaciones por equívoco”, las “disonancias sin preparación” y los “clusters armónicos” que introducen una mutación constante, oscilando entre la prosa coloquial y el verso, la lírica y la crítica costumbrista, la cita erudita y el panfleto. Textos para sorprenderse, indignarse, reírse o comenzar a reflexionar, lo único improbable de hallar en ellos será el aburrimiento.

Atar de seres y otros poemas de cuarentena

Aislados por la pandemia, un profesor de música jubilado, su mujer y dos gatos, sobrellevan la cuarentena más larga del mundo en el chalet veraniego de la infancia, junto al océano atlántico. La circunstancia es tan poética como cualquier otra, y los versos – escritos de un tirón a lo largo de dos semanas de agosto y septiembre – circunstanciales como muchas otras crónicas, épicas o domésticas. Lo bueno es que habrá sin duda muchos lectores que saben, mal o bien, de qué se trata.

Los editores de este volumen han decidido, para incentivo del amable público, solicitar al autor la inclusión de un poema acertijo, que aparece al final de la compilación. Los primeros tres lectores que escriban a la dirección electrónica de Sennin Editores comunicando la respuesta correcta recibirán como obsequio un título de nuestro catálogo, a su completa elección y sin cargo alguno – dentro del radio de la CABA.

Noticias del interior y otros poemas fictiosóficos

No podemos menos que expresarte nuestra gratitud por la riqueza poética que tu obra nos ofrendó. Corpus hominis ratifica la excelente impresión que nos provocó Último inquilino. Libre de ‘modismos’ de época y de ‘ombliguismos’ sofocantes, nos reconcilia con lo más profundo y trascendente que esperamos de la palabra en poesía.
Marcos Silber

Último inquilino, de Javier Giménez Noble, es un libro sorprendente. Lo abrimos con la impresión de estar ante una mesa de disección… Lo cerramos sintiendo que hemos entrado, de algún modo, en un alto nivel de la experiencia poética… Cada cuerpo es una lámpara que alumbra… nos dice este compositor que se nos ha mostrado filósofo y poeta.
Graciela Maturo

Ironía. Ironía por sobre todo, para desmenuzar todo con mirada de niño, niño impertinente, a veces tierno y siempre sagaz, con aparente inocencia que esconde el escalpelo y la voluntad de desnudarlo todo, aún la desnudez.
José Luis Sáenz

La obra de un joven compositor como Javier Giménez Noble no se limita a la búsqueda del necesario espacio cultural, es una lucha por "ser". Con una cruda ironía nos muestra en sus escritos las huellas de esta búsqueda, tan ancestral como el hombre mismo.
Mario Videla

Está muy bueno... el lenguaje, que es muy natural, yo por lo general no estoy a favor de los coloquialismos pero en tus textos quedan muy bien. Tenés un don especial para las descripciones, que tienen mucha gracia pues son muy precisas, captan muy bien los detalles característicos.
María Julia de Ruschi

Llama la atención la mirada entre estoica y graciosa sobre las cosas pero que revela un pensamiento profundo (filosófico y artístico) sobre la realidad… los 6 poemas del Último inquilino me parecieron extraordinarios (y me entristecieron bastante).
José María Gómez

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Javier Giménez Noble (Buenos Aires 1953), compositor y docente, Premio Municipal 1983, Fulbright Grantee 1988. Ha escrito poesía, ensayos, cuentos y una extensa novela iniciática. Desde 1971 estudia la música y las ideas de G.I.Gurdjieff, estableciendo en 2011 una editorial destinada a la difusión de textos relacionados con una genuina búsqueda espiritual.

El Zen bien temperado

El título japonés del presente volumen, Sokko-roku Kaien-fusetsu, puede traducirse de un modo aproximado como “Charlas introductorias a las conferencias sobre los anales de Sokko”. Se la considera una de las más importantes obras de Hakuin y, a pesar de su dificultad, una de las mejores introducciones a su enseñanza del Zen. Escrita en chino kambun –es decir, el chino tal como lo leen y escriben los japoneses– consiste en una serie de “charlas generales” o discursos (fusetsu) acerca del Zen, que Hakuin dio a sus discípulos al comenzar el gran encuentro que dirigió en su templo natal, Shoin-ji, en la primavera de 1740.

Los temas principales de la enseñanza Zen de Hakuin, que aparecen reiteradamente en sus escritos posteriores, se enuncian aquí por primera vez: la necesidad de incorporar las palabras o koans “venenosos” de los antiguos y trabajar en ellos, con determinación incansable y un espíritu de profunda investigación, hasta experimentar la “Gran Muerte”, o irrupción de la iluminación; la necesidad de profundizar y madurar la realización inicial a través de una práctica continuada más allá del kensho – el así llamado entrenamiento post-iluminación; la necesidad de producir alguna manifestación iluminada propia, para “perturbar a las futuras generaciones de estudiantes”; y, finalmente, agudas críticas a los maestros Zen del momento, a los que responsabilizaba de la decadencia de la escuela.

La mente de Dogen

El maestro Dogen Zenji es venerado en Japón como el fundador de la escuela Soto Zen, aunque en tiempos recientes su reputación de intelectual de avanzada ha superado ampliamente las fronteras sectarias. Mantenido durante siglos en la oscuridad, su Shobogenzo, una voluminosa colección de ensayos, comienza a seducir en nuestros días a una vasta audiencia, no solo de académicos sino de lectores entusiastas, dentro y fuera de los círculos del Zen. Esta obra, muy admirada por su artesanía lingüística y sutileza metafísica, es un clásico de tal nivel y magnitud que se han dedicado carreras enteras a su estudio y exégesis.

Thomas Cleary es un académico cuya reputación ha ido expandiéndose, en las últimas décadas, como representante de una nueva escuela de traductores que combina la más profunda erudición escolástica con un acercamiento a la práctica y a las intuiciones vivenciales del Zen. Estos ensayos escogidos del monumental Shobogenzo están precedidos de respectivas introducciones y acompañados por numerosas notas de inestimable valor para orientarse en el ambiente histórico y lingüístico de la época.

Los ojos de Dogen

El presente volumen reúne dos estudios dedicados a uno de los más destacados maestros del budismo de todos los tiempos y latitudes. Dogen Zenji (1200-1253) no solamente es el fundador del Zen en Japón, sino también el autor de una vastísima serie de ensayos filosóficos y religiosos, de los que se destaca su monumental Shobogenzo.

James Kodera y Thomas Cleary son académicos cuya reputación ha ido expandiéndose, en las últimas décadas, como representantes de una nueva escuela de traductores que combina la más profunda erudición escolástica con un acercamiento a la práctica y a las intuiciones vivenciales del Zen. Ambos textos están precedidos de sendas introducciones y acompañados por numerosas notas de inestimable valor para orientarse en el ambiente histórico y lingüístico de la época.