El Sutra de Hui Neng

El Sutra Expuesto por el Sexto Patriarca sobre la Alta Sede del Tesoro de la Ley, que contiene las prédicas y los dichos de Hui Neng, es el único texto chino contenido en el Tripitaka (el canon budista) que porta el título de Sutra, término reservado a los discursos del Buda y de los grandes bodhisattvas. Es el único sutra, por lo tanto, enunciado por un nativo de la China.
Su importancia es fundamental por dos aspectos: primero, porque constituye el origen del desarrollo específicamente chino de la escuela budista Dhyana, o sea, del budismo Ch’an o Zen; segundo, porque ningún maestro anterior a Hui Neng había hecho un llamado tan directo a las masas –hasta entonces, el estudio del budismo había estado circunscripto a las clases cultas, y cualquier discurso dado por los maestros se basaba en los textos ortodoxos.
La concepción del budismo contenido en este sutra, que fue llamada la ‘Escuela de la Iluminación Repentina’, está ilustrada por una serie de discursos y hechos de la vida de Hui Neng. En una sección biográfica, atribuida al mismo Hui Neng –aunque probablemente se trata de una elaboración posterior- se narra cómo un laico asignado a los trabajos más humildes del monasterio, analfabeto y carente de todo estudio, llegó a ser el Sexto Patriarca de China, recibiendo de manos del quinto Patriarca el manto y el cuenco de las limosnas que habían pertenecido a Bodhidharma, y que los patriarcas de China se pasaban de generación en generación como insignia y testimonio de autenticidad de la sucesión.
La riqueza de los episodios, la extraordinaria densidad y sencillez de la enseñanza han hecho del sutra de Hui Neng un hito para todo el budismo. Y tales cualidades lo tornan, sin lugar a dudas, de una importancia aún más grande para el mundo actual, sea desde el punto de vista teórico e histórico o como guía práctica, vital y extraordinariamente precisa, hacia el despertar de una conciencia real.

Hui Neng (638-713), el Sexto y último Patriarca del Budismo Zen, vivió durante la dinastía T’ang.  Se dice que había sido un leñador analfabeto del área de la frontera, que obtuvo la iluminación cuando era un hombre joven y desconocido, y que se vio obligado a huir de los envidiosos, desapareciendo durante años en las montañas. Hui-Neng resurgió en su madurez como el último de los Grandes Maestros del Zen, extendiendo su enseñanza a todas las clases sociales. Ha sido incalculable su influencia no sólo en el budismo chino sino para el desarrollo del Zen en Japón y Occidente.