Venimos aquí llamados por un fuerte deseo de lo milagroso


Notas de Madame de Salzmann
Domingo 19 de febrero de 1967 (Armonk)

Mme. JEANNE de SALZMANN

Es extraño; todos venimos aquí llamados por un fuerte deseo de lo milagroso.
Y aquí nos encontramos de nuevo trabajando en costura o plomería o cocinando u otras actividades.
¿Cómo relacionar estas dos cosas, lo milagroso y lo de la vida?
POR MEDIO DE LA ACCIÓN
Sin acción no existe lo milagroso ni la vida. Pero, cuando pensamos en la acción nunca se nos ocurre que las acciones pueden ser radicalmente diferentes en su esencia. Vemos claramente la diferencia de calidad que existe entre la madera y el metal y estamos en lo cierto, pero no vemos que las acciones pueden variar y ser tan diferentes unas de otras como diferentes materiales.
Sabemos que nuestra acción es tomada con un cierto propósito, con una meta, que producirá un cierto resultado, siempre estamos pendientes del resultado y de la meta.
Pero nunca nos fijamos en la acción en sí.
Sin embargo LA META NO DETERMINA LA ACCIÓN.
Puedo tener una meta bien clara,  y las fuerzas involucradas en mis acciones pueden ser de un tipo tal, que impiden lograr esa meta y den como resultado algo totalmente inesperado.

Las fuerzas que entran en la acción son las que determinan el resultado.
El actuar con fuerzas equivocadas producirá resultados contrarios a los deseados.
Estamos ciegos a las fuerzas que integran nuestro actuar, nunca estamos concientes de ellas y por lo tanto nunca sabemos cuales serán las consecuencias de nuestro actuar.

Lo milagroso es la entrada en acción de fuerzas conscientes.
Fuerzas que saben por qué están ahí y pueden demostrarlo.

Lo extraordinario es que el Trabajo existe aquí, hoy día y que ofrece la posibilidad de comprender las fuerzas que lo animan.
Este Trabajo es algo vivo, una realidad orgánica que puede crecer y crear nuevas posibilidades. Nos encontramos en un tiempo muy difícil. La condición del mundo así lo demuestra. Quizás si los tiempos no fueran tan difíciles, estas ideas no estarían a nuestro alcance.
No son ideas ordinarias las cuales se encuentran cuando sea. Es nuestra responsabilidad la de comprender esto y ver la importancia de estas ideas.
Hoy están activas entre nosotros, mañana puede ser que ya no existan, porque para que puedan sobrevivir es necesaria una cierta unión. Para ser capaces de responder a lo que nos piden y mantenerlas vivas, debemos estar dispuestos a Trabajar juntos y en la misma dirección. Estamos hablando de fuerzas muy grandes y poderosas, y así de grandes son también las fuerzas que se oponen. Si nos olvidamos de esto nos encontramos separados.
Hoy en nuestro Trabajo nos encontramos como en un gran acumulador lleno de energías diferentes; si estamos juntos recibiremos las energías necesarias. Pero si estamos separados, nada se podrá retener.